viernes, 29 de mayo de 2009

El desconocimiento es la principal barrera para la convivencia entre las religiones

Por Enrique González (Articulo de Febrero 2008)

FOTOGRAFÍA: Laura Jiménez

La semana pasada, un periódico danés publicó unas caricaturas mofándose de Mahoma y cientos de musulmanes salieron enfurecidos a las calles de Copenhague en defensa de su insultado profeta e, incluso, hubo quienes incendiaron colegios y amenazaron de muerte al caricaturista, tal como ya ocurrió exactamente hace dos años en el mismo país.

Este nuevo conflicto a raíz de las creencias religiosas refuerza uno de los objetivos que impulsó el ciclo de conferencias "Diálogos. Ética y Religión", celebrado la semana pasada en el ITESO para fomentar el diálogo entre religiones y la convivencia pacífica entre ellas.

"La idea de que 'el Islam es el enemigo' está sostenida en el consumo del producto norteamericano (películas y televisión)", aseguró Juan José González, estudioso del Islam, académico de esta Casa de Estudios y ponente durante los diálogos que sostuvieron alumnos y representantes de las religiones Bahaí, Hare Krishna, Evangélica, Católica, Budista, Judaica o Presbiteriana, sin olvidar a los ateos.

Los prejuicios y el desconocimiento son, para González, el principal problema por resolver si se pretende llegar a una convivencia social y política interreligiosa, resaltó, complacido, porque los alumnos mostraron respeto e interés por conocer mejor a las religiones representadas.

Un ejemplo de este desconocimiento, explicó el profesor del curso Diálogo y Pluralismo Religioso, sucedió en Holanda, cuando un parlamentario comparó El Corán (el libro sagrado los musulmanes) con Mein Kampf (Mi Lucha), de Adolfo Hitler.

Respecto a los disturbios en Dinamarca, González dijo no entender cómo es que si ya se había registrado este problema en 2005, los periódicos repitieron el mismo error. Un líder musulmán en Europa afirmó que la prensa danesa había confundido "la libertad de expresión con la libertad de insulto".

"La lectura que hace el Islam es: 'Me estás provocando'. Ninguna violencia se justifica, pero la religión puede sacar lo peor de nosotros, porque es un tema que nos toca fibras muy sensibles", aseguró.

Comer CERDO

La comida como símbolo de identidad religiosa.


Es muy significativa la gran cantidad de alimentos que tienen entre sus ingredientes al cerdo, desde el cocinar con manteca, pasando por las carnitas, el jamón, etc.

En principio esto podría ser solamente una curiosidad o una casualidad, pero este fenómeno es similar en España de donde nos viene una fuerte influencia gastronómica, la cuestión interesante es que es justamente en España donde van a tener una gran influencia dos grupos culturales que tienen prohibido el alimentarse con este mamífero, que es considerado treifá en el Judaísmo, o haram bajo las leyes islámicas.

Si bien la Biblia dice en Deuteronomio 14:3-8: “No comerás nada que sea abominable… Tampoco el cerdo, que tiene pezuña partida y hendida, pero no rumia; lo tendréis por impuro. No comeréis su carne ni tocareis su cadáver”. Los cristianos tienen sus argumentos, para no cumplir con esta prohibición.

Así cada pueblo construye su identidad a partir de los elementos de los que puede echar mano, favoreciendo aquello que los identifica y señalando y en ocasiones condenando aquello que es diferente en los otros.

Así cada vez que alguien come una torta ahogada está haciendo una declaración no solo de sus gustos gastronómicos, sino también de sus inclinaciones religiosas, gritando a los cuatro vientos: “no soy judío, ni musulmán” (también estaría diciendo tampoco soy budista, ni hare Krsna, pero eso lo dejare para otra ocasión).

jueves, 28 de mayo de 2009

Dios en la serie de Crepúsculo


Como buena serie postmoderna la presencia de la divinidad pasa desapercibida, en especial por parte de los jóvenes, pensando en Bella y Jake, para este último todas las enseñanzas de su pueblo no son más que cuentos para asustar niños, si bien al convertirse en “lobo” constata que todo es cierto, no hay una recuperación ni un solo comentario sobre los dioses o su labor.

La presencia de la divinidad es inexistente, excepto por la discusión entre los Cullen, concretamente entre el doctor Carlisle y Edward, ambos centrados en una visión más moderna que el resto de los personajes, Carlisle afirma tener alma y que al final Dios tendrá que ser piadoso o al menos tomar en consideración su carácter vegetariano (tomar sangre animal, en vez de humana), por su parte Edward se considera un monstruo sin alma y que será condenado por toda la eternidad, de facto esta es la gran razón que utilizará para negarse a convertir a su amada Bella pues no desea condenarla.

En amanecer se casan finalmente (la razón de la negativa de Bella estaba en el que dirán si se casaba al terminar la preparatoria y no por ningún tipo de sentido espiritual o religioso), y si bien se recupera nuevamente el mito Quileute tiene más el sentido del sacrificio simbólico de Bella tal como en la leyenda que algún tipo de vinculación con la divinidad.